DIARIOELHIERRO.ES, redacción, La Frontera (4/2/2008. 06:56 horas)
Un año más, las calles de Frontera recibieron este domingo, 3 de febrero, la ‘invasión’ de Los Carneros, dentro de los actos más representativos del Carnaval de este pueblo.
La escenificación del Carnaval más representativa de este municipio son Los Carneros, que cada año acoge a cientos de personas en las principales vías de El Golfo.
Se trata de un original número del carnaval en el que varios hombres jóvenes ataviados con un disfraz compuesto por zaleas colocadas a modo de camisón sin mangas hasta la media pierna y con la cara cubierta con una auténtica cabeza de carnero provista de su cornamenta, recorrieron las calles de Tigaday haciendo, un año más, las delicias de los asistentes.
La tradición nos cuenta que esta representación guarda una indudable relación con la vida pastoril típica de la isla en la que en esta época del año, los habitantes de las zonas altas se mudaban con sus animales al Valle de El Golfo para realizar labores agrícolas. Al parecer los que salían disfrazados de carneros en aquel entones eran verdaderos pastores, generalmente de San Andrés, Isora o de El Pinar, que se mudaban a este Valle en el invierno para la cava y la poda de las viñas.
Las cosas cambian con los tiempos, ahora los que se reúnen son jóvenes del pueblo que acostumbran a quedar en la casa de quien recuperó, en su día, esta tradición. Allí se guardan las zaleas de año en año que servirán para el disfraz de los carneros y el regocijo de la gente.
Se trata de una tradición que tras la Guerra Civil estuvo a punto de perderse y quedar en el olvido, pero gracias a la siempre recordada figura de Benito Padrón (auténtico salvador de esta tradición), no llegó a hacerlo.