ACN press, S/C Tenerife (17/3/2009. 12:21 horas)
El Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) realiza pruebas en una finca experimental de El Hierro para determinar la eficacia de enemigos naturales en el control de plaga de la cochinilla en cultivos de plataneras.
Hasta el momento se ha comprobado la adaptación del depredador (Cryptolaemus montrouzieri) al cultivo y la reducción de la población de la cochinilla en las parcelas en las que se han realizado las sueltas, informa en un comunicado la presidente del ICIA, Milagros Pérez.
El proyecto tiene el doble objetivo de establecer una serie de parcelas demostrativas de liberación del enemigo y, segundo, el asesoramiento técnico para la puesta en marcha de un insectario para la cría y desarrollo de éste, agrega.
El programa se desarrolla en colaboración con la Asociación de organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) tras la firma de un convenio para estudiar alternativas al control químico en el control de las plagas que afectan a las plataneras.
La Asociación colabora aportando las parcelas demostrativas en las que se llevan a cabo las sueltas del ejemplar que erradica la cochinilla algodonosa que son 12 y corresponden a seis fincas (2 en Tenerife, 2 en Gran Canaria y 2 en La Palma).
Según informa la Consejería de Agricultura, en el control integrado de plagas se recomienda dejar de curar contra plagas y actuar de forma preventiva.
Así, los investigadores abogan por el control biológico en el que se emplean otros insectos depredadores, denominados enemigos naturales, para combatir las plagas, de forma que se reduce el empleo de plaguicidas que dejan residuos tóxicos en los frutos y plantas y afectan a la salud humana.
"Desde el Instituto llevamos tiempo trabajando en este línea de investigación, haciendo prácticas en esta materia, haciendo un seguimiento de los estudios de las sueltas que llevamos a cabo y ahora todo este conocimiento lo estamos transfiriendo a los técnicos de Asprocan", manifiesta Pérez.
El objetivo es estar cada vez más adaptados a la normativa europea y que estas plagas tengan cada vez menos afección a las cosechas, agrega la presidenta del ICIA.