DIARIOELHIERRO.ES, Valverde (19/3/2009. 18:21 horas)
El Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, organismo autónomo dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, espera comenzar este verano una nueva etapa del proceso de lucha biológica contra la mosca blanca espiral, con la suelta de enemigos naturales en zonas problemáticas de El Hierro Tenerife y La Palma.
Las moscas blancas espirales son un problema fitosanitario de primer orden que llevó a la Consejería a publicar la Orden 783/2008, de 13 de mayo, que declara la existencia de esta plaga y regula medidas obligatorias para su control. Canarias es referencia mundial en el estudio de un mal introducido a finales del siglo pasado en Tenerife, que se está extendiendo por distintas zonas del planeta y constituye un peligro potencial en el área mediterránea.
Así se puso de manifiesto el pasado miércoless durante la Jornada de Evaluación de resultados de este proyecto que se desarrolla en colaboración con la Fundación Canaria para el Desarrollo e Impulso de las Investigaciones Agrarias en Canarias, Fundesmica, que contó con la presencia de la consejera autonómica, Pilar Merino, la presidenta el ICIA, Milagros Pérez y el presidente de la citada entidad, Luis Losada.
Los estudios van dirigidos a la cría masiva y posterior suelta de coccinélidos, un tipo de coleóptero que se alimenta de mosca blanca espiral. Los estudios del Icia y Fundesmica concluyeron en 2008, y ya se sabe cómo producir este insecto depredador y se ha probado su eficacia a pequeña escala en puntos de las Islas más afectadas.
Las sueltas experimentales de estos insectos, similares a una mariquita, han dado buen resultado y se ha podido ver que consumen mosca blanca y han resistido un invierno especialmente duro. Se ha reducido la población de la citada plaga y los insectos depredadores se establecían correctamente en los dos ambientes afectados, platanera y ornamentales.
Durante los próximos meses se procederá a instalar cámaras de cría y un insectario para producir coccinélidos de forma masiva, una biofábrica piloto que permita disponer de más material para hacer sueltas de un mayor número de insectos, que se llevarán a cabo este mismo verano en Puerto de la Cruz y Santa Cruz de Tenerife.
El equipo del Departamento de Protección Vegetal del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias lo coordinan Aurelio Carnero y Estrella Hernández, y cuenta con la participación de Rositta Rizza y Yissell Velázquez. Una tesis doctorales, cinco trabajos de fin de carrera, dos diplomas de estudios avanzados e infinidad de publicaciones son la mejor prueba del alto nivel alcanzado por estos estudios.
La cooperación del Icia y Fundesmica ha permitido importar enemigos naturales de sus zonas de origen, con viajes sucesivos a Ecuador y Trinidad Tobago, que posteriormente se traducen en estudios de laboratorio de la biología reproductiva y del potencial depredador de los insectos adquiridos y sueltas experimentales en campo.
El trabajo desarrollado por diversos investigadores canarios, cuya puesta en práctica depende de estas aportaciones privadas, ha experimentado un salto cualitativo en cuanto a personal especializado y formado, calidad de las instalaciones y equipos, y alto nivel de los estudios.
En el marco de este convenio, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias aporta una cantidad fija anual a la que se unen las cuantías que entregan los Cabildos Insulares de Tenerife, El Hierro y La Palma, que contribuyen a sufragar gastos básicos para los investigadores.
La ayuda que prestan a la investigación entidades sin ánimo de lucro como Fundesmica, si bien no supone una novedad, sí constituye una iniciativa pionera en el ámbito agrario, pues permite a los científicos moverse con mayor flexibilidad y financiación en todos los ámbitos, desde contratos, viajes y estancias, hasta trabajos de fin de carrera o divulgativos.
Para el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias esta iniciativa ha permitido recuperar la investigación básica, un rasgo fundamental para conocer el funcionamiento de las especies estudiadas. Se ha podido conocer tanto su biología, desarrollo y comportamiento, como la relación que mantienen con las plantas que les sirven de huésped, caracteres sin los que sería imposible haber conseguido éxitos en el control biológico e integrado de estas especies.