DiarioElHierro, Valverde (10/5/2017. 09:35 horas)
La Patrona de El Hierro espera en La Dehesa, un emplazamiento solitario y alejado, donde mora una imagen venerada que un día, hace siglos, llegó del mar y se quedó para siempre en la isla de El Hierro.
La Madre Amada lleva inscrito en el Corso, en su parte delantera, las letras MR: María de los Reyes. Efectivamente, desde que el uno de enero de cada “año de Bajada” esta bandera blanca es izada en las parroquias e instituciones de la isla del meridiano, los coches y muchas casas de los herreños llevan este signo de unión, paz y fe.
Sobre las cinco de la mañana, los guíos y bailarines de Sabinosa, hincarán su pie en tierra al tiempo que grita el singular: ¡Viva la Virgen, Viva!, un momento de gran intensidad y un honor para cualquier herreño. Entrar en la oscuridad para hacer la primera venia a la Virgen es uno de los momentos más intensos y emotivos de la Bajada. Posteriormente, el vicario general, junto a los sacerdotes de servicio en la isla, oficiarán la misa.
Cuatro pastores serán los primeros encargados de portar en sus hombros el Corso con la Patrona. A las puertas del Santuario, asumen esta función las autoridades herreñas. Hasta la Piedra del Regidor, silencio y oración elocuente.
Primeras loas y cuando la noche comience a ser menos cerrada, el sonido de los pitos, los tambores y chácaras, impulsará a los bailarines de Sabinosa y devotos a enfilar el sufrido Cres, uno de los momentos, si no el más duro del Camino de la Virgen.
Las loas están muy ligadas, sin duda, a estos actos festivo-religiosos de El Hierro. A la vera de la venerada imagen siempre van los mayordomos.
CRUZ DE LOS REYES
Otro instante singular será la llegada de la patrona a la Cruz de Los Reyes. Allí se realiza la llamada Venia General con la presencia de los distintos grupos de bailarines y los patronos de la isla, que horas antes habrán salido de los distintos templos al encuentro de la Virgen. Probablemente, será el instante de mayor concentración humana.
Aquí se realizará la tradicional tendida de manteles o de paños, el almuerzo comunal, donde todo el mundo come, aunque nada lleve, al menos eso se decía antes, aunque ahora con la cantidad de personas es más difícil de gestionar esta realidad.
De nuevo al camino, la comida normalmente no es frugal, así que costará recomenzar. Las Rayas, otro de los elementos distintivos de esta Bajada, se irán sucediendo, es decir, los trozos del Camino de la Virgen en que un pueblo, con su santo patrón y su grupo de bailarines, asume el agradable deber de dirigir el baile y portar la imagen de la señora.
De este modo, cuando el día vaya decayendo se espera recibir oficialmente a la Virgen de Los Reyes a la altura del cementerio de la Villa. Allí el alcalde, Daniel Morales, le colocará el “Bastón de Mando” y se enfilará el último tramo del Camino que conducirá a la Patrona y su comitiva hasta el templo de la Concepción de Valverde, lugar donde se realizó el Voto que dio origen a esta cuatrienal fiesta y lugar, también, donde culminará el día de La Bajada más de diecisiete horas después de su inicio, y lugar donde se realiza el Solemne Novenario en honor de la Virgen.
En su pórtico, según marca la costumbre, serán los párrocos de la isla los que asuman la responsabilidad de portar la Corso y, tras la impresionante entrada por la nave central de la iglesia con el retumbar emotivo de los tambores, chácaras y pitos, donde concluirá, ya de noche, el largo e intenso día, donde los herreños, y quienes deseen acompañarles, habrán comenzado a cumplir, una Bajada más, con un compromiso que los vincula a todos y por todos los tiempos.
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