ACN press, S/C Tenerife (12/7/2007. 13:40 horas)
Este año se cumple el 35 aniversario de la edición del mítico disco 'Crystal Silence', firmado por el pianista Chick Corea y el vibrafonista Gary Burton.
Por ese motivo, estos dos grandes músicos han vuelto a reunirse para repetir una experiencia histórica que el tiempo ha situado ya como un clásico. El Auditorio de Tenerife acoge el concierto de estas dos leyendas del jazz mañana viernes, a las 21:00 horas en la Sala Sinfónica.
Si tenemos en cuenta el asombroso volumen de su producción, grabada durante los pasados cuarenta años, no es exagerado considerar a Chick Corea uno de los mas prolíficos compositores de la segunda mitad del siglo XX.
Chick Corea ha tocado un asombroso número de palos musicales en su ilustrada carrera, mientras conseguía mantener un nivel de calidad sorprendente. Con un inagotable espíritu creativo continúa explorando y generando nuevo material para un numeroso grupo de proyectos, incluyendo su dinámica Electric Band y su Increible Touchstone Band (con sabor flamenco).
Otro proyecto reciente incluye The Ultimate Adventure, la segunda en una serie de grabaciones basadas en los escritos de su autor favorito e inspiración de siempre, L. Ron Hubbard, y un recital de piano que estrenó en Austria en 2006 (justo después de su 65 cumpleaños), como parte de la gran gala del Año de Mozart en el Festival de Viena, realizado en el lugar de nacimiento del compositor.
Nacido Armando Anthony Corea en Chelsea, Massachusettes, el 12 de junio de 1941, empezó estudiando piano a la edad de cuatro años.
Pronto evolucionó en su desarrollo, Horace Silver y Bud Powel fueron importantes influencias sobre piano, y mientras, el acceso a la música de Beethoven y Mozart inspiraban sus instintos para la composición. Tras unos primeros pasos junto a Cab Calloway, Stan Getz o Dizzy Gillespie, reemplazó a Harbie Hancock en la Mile Davis’ Band, con la que actuó ante 600.000 personas el 29 de agosto de 1970 en el Festival de la Isla de Wight, en Inglaterra. En 1971 comenzó una triunfal carrera en solitario y como líder de sus propios conjuntos que le ha llevado hasta hoy.
Las innovaciones de Gary Burton en el jazz, especialmente su acercamiento al vibráfono y su dominio tocando con cuatro mazos simultáneamente, han sido el sello personal de una carrera que dura ya tres décadas.
Sus cinco premios Grammy y sus trece nominaciones a estos premios por múltiples categorías atestiguan el gran reconocimiento que su música ha logrado entre el público y la crítica. Aún así, la genialidad de Burton como pionero del jazz ha sido en ocasiones no reconocida.
Fue en el grupo de Burton de finales de los años 60 donde la guitarra eléctrica apareció como instrumento principal en actuaciones de jazz y donde los elementos del rock fueron por primera vez fusionados a atractiva y virtuosa mezcla de jazz.
Antes de que Mile Davis enchufara sus guitarras, Burton estaba anticipándose en llevar el jazz hacia los géneros más explosivos del rock. Desde entonces, Gary ha confeccionado una impresionante lista de jóvenes guitarristas con los que ha colaborado eventualmente.
Los experimentos del vibrafonista con Larry Coryell crearon un revolucionario sonido jazz-rock que les llevó a hacer actuaciones en vivo con grandes del rock como The Electric Flag o Cream (The Fillmore West en 1967). Esta fue la primera vez que un conjunto de jazz rompió la barrera del rock.
El mismo grupo también asombró al público rock del concierto en el Fillmore East cuando fueron teloneros para Moby Grape and The Fugs en 1968. Otros guitarristas que más tarde recibirían su primera oportunidad en el grupo de Burton serían John Scofield, Jerry Hahn, Mick Goodrick y Pat Metheny, considerado por muchos el principal guitarrista jazz de su generación.