Qué gozo ver a tiernos benjamines
tomar de gran generación relevo
como si fueran germen firme y nuevo
que brota de los mismos bailarines.
Vestida de amapolas y jazmines
al verla quedo absorto y no me muevo
pues ante su arte y gracia me conmuevo
entre fulgores blancos y carmines.
Con sus chácaras, pitos y tambores
Marina, haciendo espléndidas figuras,
baila al ritmo que marcan los mayores,
pero sus movimientos y posturas
tienen la hermosa gracia de las flores
que aspiran perfumar al ser maduras.
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