Hoy las brumas que a San Andrés ascienden
lágrimas tristes en Nisdafe dejan
porque las nubes su dolor reflejan
ante el penoso adiós que dar pretenden.
Mientras los cirios fúnebres se encienden
sus ojos de la luz solar se alejan
y en el cielo los ángeles festejan
su llegada y con júbilo lo atienden.
Tadeo, manejar podrás la bruma
desde celeste puesto de vigía
vetando que agrio viento la consuma.
Nos la enviarás en tiempo de sequía
y viendo que la tierra ya rezuma
sabremos quién preciada lluvia envía.
Aquí dejas capítulos de historia
y de tus experiencias aprendemos.
Disfruta de esa merecida gloria,
la que en El Hierro para ti queremos.
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