Sentí un profundo orgullo cuando Paulino Rivero colocó en el cuello de Tomás Padrón la Medalla de Oro de Canarias. Fue en ese preciso instante cuando sentí que El Hierro volvía a ser una isla enorme, como la talla humana y política del ex presidente del Cabildo de El Hierro.
Merecido galardón para este hombre con una trayectoria inmaculada, intachable, que lo ha dado todo por su isla. Es nuestro padre político y nosotros, sus herederos, y por eso el motivo de satisfacción es, si cabe, muchísimo mayor.
A veces, la vida te recompensa. Y a Tomás Padrón, al fin, le han reconocido su enorme valía como político y como persona, pese a que siempre tuvo enemigos que, incapaces de tumbarlo en el terrero político, siempre buscaron malas artes para abatirlo. Nunca pudieron. El grande perdía y el chico ganaba. Y lo hacía por abrumadora mayoría siempre.
Por eso, como digo, he querido, de un modo somero, felicitar en nombre de todo mi equipo y en el mío propio a Tomás Padrón, espejo donde siempre nos hemos mirado las nuevas generaciones de este partido de la tierra que nació con una única idea: El Hierro por encima de todo.
¡Enhorabuena, presidente!
(*) Concejal de AHI-CC en el Ayuntamiento de Valverde (El Hierro).