Miriam Fernández, ACN press, S/C Tenerife (19/4/2009. 11:40 horas)
El arquitecto tinerfeño, José Antonio Mármol Jaubert, cree que en Tenerife, y en Canarias en general, se ha de recuperar el espíritu del desaparecido artista lanzaroteño César Manrique, ya que considera que en las Islas “los turistas no utilizan la cámara de fotos en las áreas turísticas, al encontrarse bastante degradadas”. Mármol Jaubert opina que las mejoras que se realizan en la actualidad en las avenidas peatonales y plazas, “son simples parches” que no aportan nada diferente a lo que existe en otros países.
También, asegura que en estos momentos lo que se debe hacer en Canarias es explotar lo nuestro y no importar materiales ni simular a otras ciudades del mundo. “Se debe actuar sobre el paisaje y no destruirlo, para que cuando el visitante salga del hotel, disfrute de la autenticidad de nuestra tierra”, dice.
Asimismo, subraya que el turista que llega a Canarias quiere ver algo que no ve en su país“ y lo que no podemos repetir es arquitectura que no tenga nada que ver con nuestras islas, sino que esté relacionada con todos los movimientos arquitectónicos, como es el eclecticismo canario, el modernismo, etcétera”.
No obstante, reconoce que las administraciones hablan mucho de rehabilitación del sector turístico, pero ni la iniciativa privada ni la pública, tienen medios para poderla llevar a cabo, y a esto se suma, que no existe un plan territorial que indique los caminos a seguir. “En las áreas turísticas de nuestras islas, puedo pernoctar en un hotel de cinco estrellas gran lujo, pero cuando cruzo el umbral de la puerta y me encuentro en la vía pública, observo unas áreas comerciales espantosas, degradadas y sucias”, apunta.
PROPUESTA INNOVADORA
Este arquitecto tinerfeño quiere plantear a las distintas administraciones y patronales del sector, una propuesta innovadora que consiste en un proyecto en el marco de I+D+i de la Unión Europea, para tratarlo como un proyecto piloto, o en su caso -con carácter previo- un estudio de viabilidad, escogiendo una ‘manzana piloto o tipo’ de cualquier localidad turística, y que con un equipo de profesionales: sociólogos, economistas, ingenieros, arquitectos, etcétera, trabajen en ella. “Con ello se podría intentar conseguir financiación a través de la Unión Europea”, explica convencido.
José Antonio Mármol declara que a él no le vale que la iniciativa privada en su hotel actúe pintando, cambiando las cortinas y la tapicería, y califique eso como rehabilitación. Indica que se debe aportar “imaginación, imaginación e imaginación”.
Ante esta situación, insiste que en Canarias se han de empezar a rehabilitar las áreas comerciales situadas en los aledaños de los hoteles, debiendo aprender de las rehabilitaciones de edificios antiguos en Barcelona, a los que se las ha dado un uso hotelero. Cuando habla de imaginación, no sólo se refiere a la estética, sino también al uso específico que se le dan a los hoteles en la actualidad.
En ese sentido, considera que los grandes hoteles se están desplazando fuera de estas áreas turísticas, como es el caso del municipio de Guía de Isora, cuyo entorno todavía no ha sido explotado negativamente. "Al final, acabaremos en la Punta de Teno, agotando los así, los recursos de nuestras costas", sentencia.
AUSENCIA DE LEGISLACIÓN
Además, el arquitecto tinerfeño denuncia que no exista en Canarias una Ley de rehabilitación turística al igual que ocurre con las viviendas oficiales. “No hay normativa para los aspectos de áreas turísticas y hoteles ni para la adaptación al Código Técnico de Edificación (CTE)”, dice.
Explica que el Código Técnico de la Edificación, que se implantó en el año 2006, obliga a que las viviendas, transcurridos diez años desde su construcción, “sean objeto de una inspección técnica, y su posterior rehabilitación en caso necesario, que deberá venir acompañada de exigencias de ahorro energético”.
“Es una obligación revisar los edificios y nadie está cumpliendo esa ley, aunque el municipio de La Laguna está tomando la iniciativa”, añade Mármol Jaubert.
MODELO ILUSIONANTE
Este profesional, que asegura que la experiencia piloto que él propone se podría llevar a cabo también en otros lugares de España como Marbella o Mallorca, señala que cuenta ya con un equipo de trabajo formado por economistas, arquitectos e ingenieros, que se ha especializado en solicitar subvenciones europeas.
“Europa no da dinero para infraestructuras, pero sí podría conseguir para plantas hoteleras y extrahoteleras. En Canarias, se podrían llevar a cabo propuestas innovadoras, incluso, por qué no, en las canteras de piedra que se encuentran abandonadas”, sostiene.
De hecho, explica que en esas canteras, que deterioran el paisaje con su estado, se podrían proyectar parques, discotecas o zonas de ocio que no perjudiquen al medio.
En definitiva, este arquitecto se ofrece a las administraciones locales, con un equipo especializado en estudios de viabilidad de este tipo, con la finalidad de obtener una posible financiación europea.
José Antonio Mármol Jaubert se licenció en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Las Palmas de Gran Canaria, en 1979. En su vida profesional ha realizado más de 300 proyectos, abarcando desde centros comerciales, hoteles y viviendas, hasta edificios industriales y rehabilitaciones.