DIARIOELHIERRO.COM, redacción (22/7/2006. 08:23 horas)
Doctorado en meteorología, amante de los deportes de aventura y riesgo, y una de las caras más conocidas de los herederos de Mario Medina. Con él comparte profesión, y nombre, aunque cada vez son menos y casi siempre los más viejos del lugar, los que recuerdan aquellas isobaras en blanco y negro en unos telediarios que estaban a punto de finalizar. Su apellido fonéticamente recuerda a uno de los grandes de la pintura, y como el primero y en menor medida el segundo, Mario Picazo se nos hizo familiar tras colarse un día si, y otro también en nuestras casas por la puerta de la pequeña pantalla a través de informativos de Telecinco. Él es, sin duda, el hombre del tiempo.
El pasado jueves compartió uno instantes con DIARIOELHIERRO.COM mientras ultimaba las ultimas conexiones entre el portátil y el proyector antes de su conferencia “Cambio climático y huracanes”. El escenario, Salón de Plenos de el Cabildo, vacío y lleno de sillas, advertí en este hombre de metro noventa y complexión atlética, que las horas de brega ante otros patios de butacas y los salones de media España, no son suficientes cuando uno espera que alguien venga a escuchar como se desgrana un pasión hecha profesión.
Precisamente una de sus pasiones, el deporte de aventura y riesgo le trajo a El Hierro el año en que el mundo cambiaba de milenio y el Open Fotosub era ya una cita señalada en el calendario del buceo. Era el año 2000 y aterrizaba en una isla que recomienda por la tranquilidad, por los paisajes, por sus gentes; profesionalmente por la gran variedad de microclimas.
De eso seguimos hablando, del clima o del tiempo, más de lo segundo, porque aunque pueda parecer que hablamos de lo mismo, no lo es, el clima es una cosa y el tiempo otra, y siempre hablando desde el punto de vista meteorológico.
Le pregunte si en realidad la gente presta atención a los hombres del tiempo. He de confesar que me sorprendió la respuesta, tanto por el si, acompañado de un cada vez más, como por el cambio en el perfil social de los que prestan atención, éste ha viajado del campo a la ciudad.
Antes cuando era el otro Mario el que daba el tiempo, las gentes del campo estaban más pendientes, ellos cada vez son menos; ahora los de la ciudad son los que se prestan cada vez más atención, simplemente cuestión de tiempo, del otro, del de los segundos y las horas, de ese, reducido y que no queremos que el tiempo nos estropee.
El Salón de Plenos comenzó a llenarse, el portátil y el proyector a entenderse, tiempo de una última pregunta, ésta sobre las alertas, Delta estaba en el trasfondo de la conferencia; y yo tenía la sensación de que coincidiríamos en la respuesta.
Picazo me comentaba que entiende a aquellos que deben de emitirlas, hay que cubrirse las espaldas, pero acaba por producir un efecto de desidia en la gente que deja de prestarles atención y no siguen las recomendaciones.
La conferencia arrancó con un Salón repleto atento a las explicaciones amenas de un buen comunicador que desgranaba los entresijos de la Madre Naturaleza: vientos, corrientes marinas, huracanes, tormentas tropicales, por cierto cree que un fenómeno como Delta es de difícil repetición en Canarias, esto último no se lo cuenten a Unelco.
HAY QUE ESTAR ALERTA
Con relación a la tormenta Delta, Picazo señaló que “hay que estar alerta, pero que se repita una situación en las Islas como el año pasado con Delta es muy difícil, pero el agua está caliente este año también y ahí esta la posibilidad, entonces prevenir no cuesta nada. Lo bueno que tienen los huracanes es que desde que se forman hasta que pueden llegar a tierra tiene que pasar varios días, con lo que tienes tiempo para prepararte, ya que la predicción de todo lo que viene del Trópico es bastante fiable”.
El Caribe tendrá que padecer aún en la próxima década este periodo de intensidad en tormentas tropicales, para posteriormente descender, afirmó.
Ante la pregunta sobre cómo Canarias puede prepararse mejor ante estos fenómenos, Picazo opinó que la prevención y la información meteorológica es fundamental y que el Archipiélago podría plantearse tener su propio centro meteorológico apoyado en el Instituto Nacional de Meteorología, pero también con convenios con el centro de huracanes de Miami con más experiencia en estos fenómenos que vigilan permanentemente, así como una red propia de observación y toma de datos repartida por todas las Islas para que la gente esté avisada perfectamente, sobre todo a través de los medios de comunicación.