En las últimas fechas hemos visto circular por las redes sociales unas declaraciones realizadas en el seno de una entrevista, en que a muchos nos dejaba atónitos, en la que se dejaba entrever la falta de honestidad del que fuera durante casi tres décadas presidente del Cabildo de El Hierro, Tomás Padrón Hernández.

Tuve la oportunidad de trabajar “codo con codo” con el que fuera líder de la Agrupación  Herreña Independiente durante más de veinte años, tanto en labores internas de carácter organizativo en el seno de la organización política, como en otras donde existió una intensa colaboración desde los diferentes cargos electos que tuve la oportunidad de desempeñar en la isla, donde D. Tomás Padrón era presidente del Cabildo. 

Desde los inicios de mi incursión en la vida política de la isla, allá por los primeros años de la década de los ochenta del siglo pasado, tuve la oportunidad de comprobar la extraordinaria capacidad organizativa del que fuera líder indiscutible de la organización política, mostrando siempre una clara predisposición  para la lucha, defensa y búsqueda de soluciones para nuestra isla de El Hierro, con la intención de sacarla del olvido y abandono a la que secularmente ha estado sometida a lo largo de la historia. 

Pude comprobar, al igual que la mayoría de los herreños, su extraordinaria capacidad de trabajo, en el desempeño de los cargos políticos que desempeñó, en especial la presidencia del Cabildo, siendo el primero que entraba desde muy temprano en las instalaciones de la institución, y también el último que las abandonaba, siendo común observar que hasta las últimas horas de la tarde permanecía en su despacho.

Su extraordinaria capacidad de conectar con los vecinos, a los cuales recibía en cualquier momento, sin distinción de la ideología que profesase, le llevó a obtener mayorías absolutas, elección tras elección, siendo el único presidente del cabildo que ha obtenido mayoría absoluta para gobernar la institución, lo que da muestra de la calidad humana de Tomás Padrón Hernández.

Asimismo, fue llamativa su honestidad, reconocida por la gran mayoría de los herreños y de las personas que lo han conocido. A pesar de permanecer tantos años en la vida política y tener la posibilidad de poder cobrar un sueldo de la institución, nunca cobró un sueldo por el desempeño de su labor como presidente del Cabildo.

Por ello, nos ha llamado mucho la atención, que una persona con una honestidad manifiesta y después de más de una década del abandono de la actividad política, aparezcan unas declaraciones de un técnico del Gobierno de Canarias, con el apoyo y predisposición de un periodista, poniendo en duda la honestidad y prestigio de una persona que se la ganó ampliamente a lo largo de muchos años y que los herreños se lo demostraron y reconocieron elección tras elección.

Centrándonos en el proyecto al que se hace referencia, recuerdo la predisposición e importancia que se le dio por parte del presidente la realización y puesta en marcha del plan hidrológico insular de la isla, a la que el indicado técnico dedico un importante trabajo en su realización y posterior puesta en marcha. Parece ser que la posterior divergencia en puntos de vista en cuanto al desarrollo del plan hidrológico, entre la dirección política del Cabildo Insular y el técnico ejecutor del proyecto, condujo al cese del técnico ingeniero director del plan.

No entendemos que, décadas después de aquel cese, el técnico implicado manifieste una serie de afirmaciones, dudando de la honestidad del que era en aquel momento presidente de la institución insular, así como, la denostación, tanto por parte del periodista como del técnico del proyecto “Gorona del viento”, un proyecto modélico no solo para El Hierro y Canarias, sino también para numerosos países, como lo demuestra la gran cantidad de delegaciones de que se han acercado a El Hiero para conocer de cerca, este innovador proyecto que, lógicamente con el paso de los años y los avances tecnológicos, habrá que actualizar.

Por ello, como herreño que trabajo muchos años muy cerca de Tomás Padrón Hernández, donde tuve la oportunidad de compartir numerosas iniciativas, así como la puesta en práctica de numerosas ilusiones y proyectos, nunca he dudado de su honestidad y seriedad, punto de vista que estoy seguro que comparto con numerosos vecinos de esta isla.