Ayer domingo, 29 de junio, san Juan (El Tamaduste) y san Telmo (Puerto de La Estaca) salieron de sus respectivas ermitas para reencontrarse en el cruce de Tejeleita y subir juntos hasta la capital herreña tras ocho largos años de espera. Así, el grupo de bailarines y tocadores de la Villa de Valverde se dividió para emprender el trayecto desde ambos pueblos.

En el Puerto de La Estaca, la jornada comenzaba a las 17:30 horas, con el sonido del pito que anunciaba el inicio del recorrido. Contradanza para comenzar a subir las escaleras que llevan a la ermita del pueblo, donde se encuentra san Telmo con su barco. Este toque es el más lento y se utiliza en pendientes, veredas estrechas y lugares inapropiados para el baile o cuando los bailarines están cansados. 

El patrón de los marineros salía de su templo acompañado por su barco mirando hacia el mar de su pueblo, que se extendía tras él. Una imagen cargada de emoción que anunciaba el arranque del recorrido hacia el reencuentro con san Juan. 

A la misma hora hacía lo propio san Juan con el correspondiente grupo de tocadores y bailarines desde El Tamaduste formando una comitiva a la que se unirían numerosas personas. Atrás se dejaba poco a poco el pueblo y su conocida ría.

Los dos grupos de bailarines y tocadores emprendían la subida hasta el punto de unión, el cruce de Tejeleita, donde la vista se abría hacia el pueblo también costero de La Caleta. Allí se percibía, desde lejos, cómo ambas comitivas se iban acercando.

El grupo del Puerto llegó primero, sobre las 18:40 horas, entre ráfagas de viento que dificultaban mantener el toque, pero los tambores, pitos y chácaras se unieron finalmente en un solo sonido. Los santos, por fin, se colocaban frente a frente. En el cruce se vivía la espera de la llegada entre alegría, fe y devoción. 

Los gritos de ánimo y los aplausos de los asistentes acompañaban a los bailarines, que alcanzaban el cruce pasadas las 19:00 horas. Allí hubo tiempo para tomar aliento, arreglar a los santos y capturar en imágenes la emoción del momento.

A las 19:40 horas, la música volvió a sonar, era hora de reanudar el camino. El frío de Valverde comenzaba a notarse, pero no menguaba la energía. Ya a las 20:50, en la Villa de Valverde se escuchaban pitos, chácaras y tambores y las campanas de la Iglesia de La Concepción comenzaban a sonar, señalando que la comitiva ya fusionada en un solo pueblo, se acercaba.

Sobre las 21:20, “La Calle” (como se conoce popularmente a la artería central comercial de la capital herreña) se llenaba de devoción al paso de la procesión. Entraba la comitiva con san Telmo, con su barco, y san Juan, trayendo consigo un reencuentro esperado que ya es historia de La Bajada.

Lágrimas de emoción entre los bailarines, tocadores y asistentes al cruzar el umbral de la Iglesia de La Concepción, abarrotada de gente con ansias de ver llegar el próximo sábado, 5 de julio, a la Virgen de Los Reyes a este templo. 

Se percibe así, cada vez con más fuerza, la llegada de la tradición más esperada por el pueblo herreño, la Bajada de la Virgen de Los Reyes.