Luciano no guiaba a la Virgen con sus bailarines en una sola 'raya', porque el siempre fue considerado como el pastor universal de nuestra Madre Amada, y era aceptado y bien recibido allí donde decidiera estar.

La vida de Luciano no fue fácil, pero él sí se la hacía fácil a cualquiera que precisase de sus servicios. Yo de niño recuerdo que se prestaba a cambio de una humilde propina a subirte la bombona a casa, y no es que la reclamase, pero todos sabíamos que eran los únicos ingresos que entraban a su humilde casa. 

Así, iba a las ventas de ultramarinos a recoger la compra, llevaba las lecheras de hojalata y más tarde de aluminio cuando no había leche en tetabric a las casas que se lo pedían recién ordeñada, …, en fin, Luciano era un tipo siempre con una sonrisa y un gesto amable, es de lo que hoy abunda cada vez menos, un ser servicial. Su risa contagiosa que llegaban a la carcajada era su mejor carta de presentación y modo de llevar la vida.

Luciano hizo historia en el aeropuerto en las décadas de los 70-80. En aquella época de pocos coches y algunos taxis era el maletero, el que recogía aquellas pesadas maletas sin ruedas de una especie de mostrador bajo de madera y las cargaba hasta el coche, o el que las llevaba a las  balanzas de aguja y siempre te decía: a ver si hoy no pagas "seso", refiriendo al exceso de equipaje superior a los 20 kilos.

Pero Luciano también hacía de megafonía en el aeropuerto de Los Cangrejos, porque era él, quién con voz alta y acompañada de aquellas palmadas que retumbaban en la pequeña sala de espera, avisaba a los pasajeros que había que embarcar en aquellos Focker 27.

Una semana antes de que fuera la Bajada acudía fielmente a El Hierro y se auto ofrecía al Ayuntamiento de Valverde para cualquier menester, sobre todo para la limpieza de las calles. No hacía falta contratarlo el ya se encargaba escoba en mano de hacerlo.

En fin, muchos recuerdos se me acumulan, y todos buenos. Hoy y recurriendo a esa palabra con la que te saludaba se ha ido "nuestro majo", un hombre digno de ser el mejor pastor que pudo tener la Virgen de Los Reyes.

Llorabas en la sacristía de La Dehesa al dejar a la Patrona en su ermita en la Subida de 1991. Treinta años después muchos lloramos tu particular subida al cielo que te espera.

DEP Luciano. Siempre permanecerás en mi recuerdo como un ser lleno de bondad e inocencia. 

Mis condolencias a su familia.